El Papa Benedicto XVI estaría contemplando la posibilidad de levantar la excomunión a los obispos de la Fraternidad San Pío X; fundada por el cismático Mons. Marcel Lefebvre, según informó el vaticanista Andrea Tornielli del diario italiano Il Giornale.
El 13 de febrero el Papa recibirá en audiencia a los cardenales de los distintos dicasterios de la Curia Romana y ese día se tratará el tema de la mencionada Fraternidad. Esta reunión será la primera vez en que el Papa se congregue con los purpurados de la curia para consultar su opinión.
El Pontífice abrió el camino del diálogo al recibir el 29 de agosto pasado en Castelgandolfo a los dirigentes de la Fraternidad, los obispos Bernard Fellay y Franz Schmidberger. Luego de la reunión, un comunicado dio cuenta del deseo de llegar a “la perfecta comunión” siguiendo “grados y tiempos razonables". Además, el 13 de enero Mons. Fellay expresó su confianza de volver a la comunión de la Iglesia Católica.
Junto con el asunto de los lefebvristas, la reunión también servirá para tratar la posibilidad de volver a usar el antiguo Misal aprobado con el ordo de San Pío V (utilizado comúnmente hasta antes del Concilio Vaticano II). Actualmente si un sacerdote quiere celebrar la Eucaristía con ese Misal debe obtener previamente el permiso del obispo de la diócesis.
La Congregación para la Doctrina de la Fe, de la que depende la comisión Ecclesia Dei a cargo de este caso, se reunirá en Roma la próxima semana en asamblea plenaria para tratar el asunto también.
3 comentarios:
Estimados: Primero que nada, felicitaciones por el blog. Con respecto al tema en cuestión y con referencia a que "Actualmente si un sacerdote quiere celebrar la Eucaristía con ese Misal debe obtener previamente el permiso del obispo de la diócesis", esto es falso ya que ningún sacerdote debe pedir ningún permiso para celebrar la santa misa como lo afirma la Bula Quo Primum Tempore de San Pio V válida A PERPETUIDAD. Cordiales saludos
Disculpen el anonimato, olvidé de añadir el nombre. Cordiales saludos, Matías.
Precisamente y sobre el mismo tema, atenta contra su dignidad sacerdotal el que vive en forma permanente con una persona homosexual, aunque el mismo no lo sea.
Incluso y sobre todo en los tiempos actuales constituye una medida de prudencia el evitar esas situaciones.
En suma, genera un pecado de escándalo que dado lo que se ha visto, sólo una persona con una sexualidad normal - con hijos y familia como dijo alguien por ahí-, puede advertir.
Mi abuelo Alfonso Letelier Llona, uno de los fundadores de Magnificat, que por cierto detestaba a Pablo VI, habría estado furioso con esta situación.
De hecho el mismo, cuando fue decano de la Chile expulsó a varios profesores con este tipo de situaciones de vida.
Magnificat se fundó para adorar a Dios a través de la belleza de la liturgia y del arte liturgica. Era un acto de fe en si mismo, no una panoplia de tiempos pasados como lo es ahora y donde las ofrendas a Dios parecen pro desgracia llegar manchadas.
No me vengan a mi con cuentos estos pendejos weones a quienes "no les afecta" la misa nueva ni los curas raros. A el tanto lo afectó el espíritu de la misa nueva, que para eso se fundo Magnificat, "Lex Orandis" que no se avenía con la misa nueva, a la que de hecho no iba, o si iba, lo hacía con muchísimo desagrado.
De hecho, lo recuerdo en Rangue, Aculeo, en su Iglesia, martillando las sillas descompuestas y silbando nuevas composiciones mientras el cura "decía misa".
Si a 30 años ustedes no han salido de la dualidad - porque ni siquiera se acogieron al mutuo propio o a una personalidad canónica como la de la frat. de San Pedro- ya no tiene sentido que sigan existiendo.
Sebastián Domeyko Letelier
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